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C.B. MAIMONA

Final Provincial del Trofeo Diputación 2007

La Moneda Roja: Cara y Cruz de una Final. Una Reflexión en voz alta.  

 

 

Una final, es una final, y como tal hay que jugarla. En  ella se resume una cantidad de horas silenciosas de duros entrenamientos, un número de partidos con una mayor o menor incidencia y dependiente de las circunstancias; un conjunto de ilusiones, de esfuerzos,  de energía  y ganas de competir de un grupo de jugadores, que no son más ni menos, que un grupo de amigos, en el mejor de los casos, con el mismo factor en común: ante todo y sobre todo la pasión por un deporte como el Baloncesto, capaz de unificar individualidades y explorar en el conjunto, la mejor versión de cada uno de sus componentes. Este deporte, es como la vida misma, cualquiera que lo practique puede llegar a experimentar todo el abanico emocional del género humano, tales como la alegría, la tristeza, la ansiedad, la rabia, el dolor… Todas y cada una de estas emociones se intensifican de una manera especial, cuando todo lo anterior queda reducido a un partido, a una final.

Desde el punto de vista objetivo, una final realmente acaba por mostrar una imagen radiográfica perfecta de cada uno de los equipos que acceden a ella, resaltando las virtudes de cada uno de ellos, cuando se gana y/o evidenciando sus carencias, cuando se pierde.

Si nos basamos en esta objetividad, podemos analizar de una manera más profunda y detallada, aquellos pequeños aspectos que determinan  las sutiles diferencias que delimitan el éxito o el fracaso de un equipo en una competición, o lo que es lo mismo, la derrota o la victoria.

 

Pongamos un ejemplo práctico para el mejor entendimiento de lo anteriormente expuesto: Competición: Trofeo de la Diputación 2007; momento: final provincial; equipos involucrados: CB. Maimona vs CB Franjul; sucesos significativos: a) Primera parte, CB Maimona 22 puntos arriba; b) Segunda parte, CB Maimona 12 puntos abajo.

 

Si analizamos con detenimiento los sucesos significativos, podemos identificar un equipo, el CB Maimona, capaz de concentrar y exponer en un solo partido, tanto sus virtudes como sus carencias, de tal manera que revela claramente la radiografía de su estructura. Revelemos esta radiografía, pues:

 

¿Qué es lo que hace que el CB Maimona, se encarame 22 puntos arriba en la primera parte de esta final?. Evidentemente, sus virtudes…, y, ¿cuales son estas virtudes?. Para empezar, es una cuestión de energía. Pues no son sólo 12 jugadores los que juegan la final, sino la asociación Equipo-Afición que la acompaña, quien lo hace. El apoyo incondicional de la Afición, cuerpo a cuerpo, incrementa la energía global del conjunto; su apoyo, bien con la presencia, bien con su ánimo a modo de gritos, aplausos o recriminaciones a terceros; genera un estado de mayor seguridad colectiva y dota a cada jugador de un plus de fuerza para poder afrontar el acontecimiento.

Esto da lugar a un estado de concentración, de tensión e intensidad que va desplegándose en la rueda de calentamientos previo al partido; un espíritu de conjunto positivo, en donde cada jugador tiene la sensación de formar parte de un todo, es decir, se siente importante, predispuesto a aportar y con la confianza necesaria para hacerlo.

El partido comienza y todo aflora con sincronicidad: La tensión defensiva y sus ajustes, la entrega y solidaridad defensiva con comunicación entre jugadores y ayudas de desgaste, propician los errores, las perdidas de balón, las malas selecciones de tiro, la incapacidad ofensiva del contrario, generando transiciones efectivas con cesión del balón, con generosidad y en el momento justo. Se despliega todo el potencial ofensivo, con una excelente circulación del balón, dentro-fuera, con buenas selecciones de tiro a corta –media-larga distancia, producto de la labor desinteresada de equipo, postes altos-bajos, aleros y base, son uno; cada jugador aporta con su movimiento en la pista lo necesario para conseguir el objetivo: la canasta. Una vez se consigue, los miembros del banquillo refuerzan, junto con la afición desde la grada, la sensación de seguridad, inteligencia y buen hacer en la pista de sus compañeros. Se producen rotaciones en la pista, nuevos jugadores, nuevas posibilidades, pero la misma seguridad, inteligencia, y buen hacer. La comunicación directa jugadores-afición-banquillo, cierra un triangulo equilátero mágico de éxito que finaliza con 22 puntos arriba, después de 20 minutos de ensueño.

 

¿Qué es lo que hace que el CB Maimona, pierda de 12 puntos el encuentro, y la final ?Evidentemente sus carencias como conjunto. ¿Cuales son estas carencias?. Un entrenador con personalidad, que no sea jugador de pista, capaz de mantener la cohesión y mentalidad ganadora de equipo,  erradicando la  frustración de ver a cada jugador  hacer la guerra  por su lado, uno contra cinco, faltando al respeto a sus compañeros de pista y de banquillo, con su actitud y sus recriminaciones a los demás compañeros, y viceversa. Un entrenador capaz de entender e identificar, objetivamente y con independencia de criterio, los roles de cada uno de los miembros del equipo, apostando por la confianza  en las posibilidades de cada jugador, a base de rotaciones y minutos en pista. Un entrenador, capaz de dar descanso a los jugadores importantes en el momento exacto para que el equipo no sufra  de sus ausencias, en los momentos decisivos del encuentro, equilibrando el desgaste físico y mental de conjunto.  Un entrenador, que sea la referencia del equipo con su actitud positiva de  entrega y compromiso, de trabajo diario, empezando por todos y cada uno de los entrenamientos. Un entrenador con la honestidad suficiente como para reconocer cuando uno de sus jugadores se equivoca y darle descanso de reflexión, independientemente de su peso específico en el equipo, o los minutos que lleve en pista. Un entrenador que observe desde la distancia, las necesidades técnicas-tácticas del encuentro, contrarrestando al adversario. Un entrenador que proyecte la energía proveniente de la afición en las gradas, con el único fin de conseguir los resultados más óptimos posibles, y engrandecer el espíritu global del equipo.

  

Las diferencias se marcan gracias a los pequeños detalles, que derivan de un trabajo silencioso de reflexión en su  conjunto. No olvidemos que este deporte, es un deporte de equipo, que empieza con cada uno de sus miembros del equipo y termina en cada uno de los aficionados. Son los jugadores, quien a fin de cuentas, deben desarrollar autocrítica, por el bien del equipo y poder así corregir, en la medida de lo posible,  sus carencias y potenciar  sus virtudes y las del conjunto, para cuando lleguen las competiciones, los partidos y sus finales. La afición está, la afición está creciendo…, se ha llegado a una final, por méritos propios, siendo novatos. Aprendamos de esta gran experiencia para mostrar un radiografía más nítida del CB Maimona Fercamuebles.

 

2 comentarios

Mor -

Totalmente de Acuerdo. Estas carencias las hemos evidenciado toda la temporada pero sin sufrir ningún correctivo. El correctivo ha sido perder esta final tan bien encaminada (nadie soñaría este resultado al descanso la noche antes) que nos servirá de reflexión y nos valdrá para fortalecer la unión en este grupo. Yo siempre lo dije:
“Éramos nuestro peor enemigo”

Jabierto -

Perfecto, Monty, has dado en el clavo, tío. Todo lo que comentas se ve mucho mejor desde fuera que desde dentro y exáctamente eso, pero no sólo falta un entrenador, sino también una mentalidad de ganadores que nos faltó el sábado.